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Portafolios artísticos : una guía para entender su función y qué esperar de una revisión



Si alguna de las múltiples artes visuales que existen hoy en día es parte de tu vida, seguramente ya te has topado al menos una vez con el término “portafolio artístico”. Incluso es probable que te hayan solicitado presentar uno para ingresar a alguna institución o formar parte de algún proyecto y no tengas muy claro qué hacer.


En Luz Viajera queremos compartir contigo esta guía práctica para que el tema no te cause ansiedad ni dolores de cabeza: tu portafolio es algo que te va a acompañar y va a evolucionar contigo a lo largo de toda tu carrera. Es parte de ti y refleja lo que eres como artista, algo similar a una carta de presentación de tu obra en general.


En esta guía aprenderás qué debe incluir tu portafolio, para qué sirve, cuándo hacer el primero, qué factores clave tomar en cuenta y qué esperar de una revisión profesional o académica.


¿Listo? toma nota.




¿Qué es un portafolio artístico?


En el mundo de las artes visuales, un portafolio artístico es una muestra del trabajo más representativo de un autor. Una compilación de sus obras más relevantes que, en conjunto, permiten hacerse una idea bastante sólida de cuál es la combinación de estilos, técnicas y conceptos que caracterizan a su creación en general.


Estas son algunas de las disciplinas en las que casi siempre se necesita desarrollar un portafolio de esta clase cuando se enfocan al arte:


  • Dibujo

  • Pintura

  • Fotografía

  • Diseño

  • Interiorismo

  • Diseño de modas

  • Escultura

  • Cómic

  • Arquitectura


Otras artes, como la literatura y la música, pueden tener sus equivalentes al portafolio artístico de las artes visuales, pero éstas últimas tienen la ventaja de que permiten apreciar una buena cantidad de obras terminadas en cuestión de minutos, lo que no sucedería con una compilación de cuentos o de sinfonías.



¿Para qué sirve un portafolio artístico?


En términos generales, la respuesta es: para difundir tu producción artística. En lo específico, un portafolio artístico sirve para muchas cosas. Entre ellas ingresar a alguna escuela de arte en la que quieras estudiar, formar parte de algún proyecto que requiera un artista de tu disciplina o conseguir alguna beca o estímulo por parte del gobierno o alguna institución cultural.


¿Cuál es la diferencia entre un portafolio artístico y un portafolio profesional o comercial?


Algunas veces, especialmente cuando te dedicas de lleno a la producción artística, esta diferencia puede ser difícil de establecer. Sin embargo, podemos poner el ejemplo de un dibujante que, por un lado, tiene un portafolio profesional con muestras de los logos y dibujos que ha realizado para empresas o por encargo, y por otro, un portafolio con una muestra del trabajo que realiza para explorar los temas, técnicas y conceptos que a él le interesan.




¿Cuándo es momento de crear un portafolio artístico?


La realización de un primer portafolio es la consecuencia natural de que tu producción artística ya haya alcanzado cierto número de piezas que te agraden, que reflejan tu estilo y con las que además estés satisfecho en términos de técnica y habilidad.


Obviamente tu portafolio va a ir mejorando mucho a lo largo de los años, sin embargo, de inicio, es algo así como el documento que marca la transición entre lo meramente amateur y la búsqueda de una calidad profesional.


Evita forzar la creación de un portafolio cuando no te sientes listo para ello. Quizá quieres aplicar para una institución de arte o una beca, pero es importante que seas honesto contigo mismo y, si es necesario, esperes un año más y produzcas intensivamente para obtener una muestra de trabajo con una propuesta más clara y que tenga más oportunidades de catapultar tu carrera.


Quizá te estés preguntando cómo vas a aprender y mejorar en tu disciplina si no puedes entrar a una escuela de arte sin un portafolio. Pero no te preocupes, este requerimiento suele ser sólo para cursos avanzados, y mientras, tienes muchísimas opciones de cursos propedéuticos o abiertos que te ayudarán a crecer e ir despegando, como la oferta online que te ofrecemos en Luz Viajera.


A veces, también sucede que tu producción artística toma varias ramificaciones en técnicas o canales audiovisuales, mismas que son tan distintas que no pueden integrarse en un sólo cuerpo artístico formal. En estos casos, muchos artistas visuales optan por crear portafolios separados o especializados. Por ejemplo, un fotógrafo que también haga dibujo arquitectónico podría preferir manejar ambas cosas en portafolios distintos.


¿Cómo estructurar mi primer portafolio artístico?


Una obra individual entabla un diálogo con el espectador, y no necesariamente apunta a su creador, pero un portafolio artístico es una recopilación de obras que conforman una radiografía de quiénes somos como artistas.


Aquí hay algunos pasos generales para que le des forma a tu primer portafolio. Considera que lo ideal es que ya tengas una buena cantidad de obras terminadas entre las que puedas elegir las que integren una combinación que refleje tu esencia creadora.


1.- Selecciona lo mejor de tu obra


y luego selecciona de eso lo que mejor representa tu estilo. Quizá tengas que descartar algunas piezas que te encantan porque corresponden a etapas muy tempranas de tu desarrollo artístico, o porque son excepciones de lo que normalmente haces. Por ejemplo, si te enfocas fotografiar desnudo humano, puede que no sea una buena idea incluir un paisaje, aunque estés muy orgulloso de esa imagen.


2.- Elige no más de quince o veinte obras.


No menos de diez. Lo más importante, en ese orden, es que a) representen tu estilo, b) reflejen lo mejor que puedes hacer en este momento de tu carrera en lo que respecta a técnica y habilidad, y c) se integren armónicamente las unas con la sotras para formar un sólo “cuerpo de trabajo”.


y ¿qué es un cuerpo de trabajo? este se define como una visión sólida de tu obra, o sea, una selección congruente en donde cada pieza trabaja con las demás para proyectar el estilo particular del artista, incluidas sus habilidades, creatividad, compromiso y trayectoria.


En la medida de lo posible, procura mostrar trabajo reciente y siempre indica las técnicas o herramientas que usaste para lograr tus composiciones. Evita repetir imágenes muy similares, a menos que esa similaridad sea fundamental en la expresión de tu obra.


Otro detalle que tienes que tomar en cuenta es si sólamente vas a mostrar obras terminadas o si vas a incluir imágenes del proceso creativo que te llevó a ellas. Por ejemplo, algunos artistas visuales en disciplinas afines a la escultura también incluyen bocetos a lápiz o diferentes estadíos de la obra en construcción. Así como es válido incluir la memoria documentada de un proceso creativo, es necesario que evites incluir trabajos incompletos.


3.- Ordena las imágenes de la mejor manera:


Pon atención a lo que detona cada imagen en el espectador y cómo se enlaza con la imagen previa y la siguiente. No estás contando una historia necesariamente, pero esas emociones o conceptos que vas a provocar tienen que ser parte de la estrategia con la que muestras una imagen clara de ti mismo como artista. No olvides abrir y cerrar con broche de oro, especialmente si tienes alguna obra que haya ganado un premio, reconocimiento o mención honorífica.


4.- Pon atención a los detalles profesionales:


que tu portafolio nunca deje de incluir: portada, contraportada, perfil (o sea, información personal o semblanza en tercera persona, qué haces, qué sabes hacer, técnicas que utilizas, trayectoria, visión, breve reflexión sobre lo que haces, etc.) índice de contenidos (se puede dividir en capítulos si algunas de las obras pertenecen a una misma serie), datos de contacto y dónde pueden ver más de tu trabajo.


5.- Incluye un anexo con muestras de tus proyectos en curso:


Quizá los revisores de tu portafolio también quieran ver en qué estás trabajando actualmente, así que siempre que vas a entrar a una nueva revisión es buena idea incluir un pequeño anexo con imágenes que dejen ver tus procesos creativos actuales.


No pierdas de vista que tu obra es única y nadie busca que copies una técnica o un estilo perfecto. Lo que representa mejor tus intereses, inclinaciones y puntos de vista es más valioso en el contexto de un portafolio que aquellas obras que tú crees que tienen mejor técnica pero que carecen de eso que te hace especial, eso que te distingue como artista.


Otro detalle: tu portafolio va a ir evolucionando con los años, incluso puedes llegar a desarrollar varios cuerpos de trabajo si tu obra se diversifica en técnicas, canales o conceptos muy diferentes, pero en términos prácticos va a ser igual de extenso si llevas un año de trayectoria o si llevas veinte, porque debes actualizarlo constantemente para asegurarte de que sólo muestras lo mejor.


Muchas escuelas o instituciones tienen especiales particulares para la presentación de un portafolio. Por ejemplo, algunas piden dibujo observacional o que recrees un objeto en particular. No olvides revisar siempre las especificaciones de cada institución, escuela, programa o concurso al que te acercas.


¿Qué es una revisión de portafolio? ¿Para qué sirve?


Se trata de una evaluación formal de tu portafolio artístico por parte de profesionales que están muy familiarizados y tienen amplia trayectoria en tu área o disciplina. Las finalidades de una revisión son múltiples, pero entre ellas podemos incluir:


  • Aplicar en alguna escuela o curso de arte avanzado

  • Entrar a concursos de artes visuales

  • Participar en proyecto relacionados con las artes visuales

  • Participar por becas y estímulos artísticos

  • Dar a conocer tu obra en galerías y con otros artistas

  • Evaluar la calidad de tu trabajo

  • Buscar nuevas opciones profesionales


Antes de presentar un portafolio a revisión debes de tener muy claro qué es exactamente lo que quieres lograr con ello, porque de eso va a depender qué clase de perfil necesitan tener los expertos que te ayuden. Definitivamente, lo que no estás buscando es que te digan que tu trabajo “está muy bien” y ya.


Las revisiones enfocadas a dictaminar la calidad y áreas de oportunidad de tu obra suelen ser costosas porque deben reunir a una serie de expertos, y lo que realmente quieres es sacar todo el provecho posible de ellas.


Entre las figuras que llegan a participar en la revisión de un portafolio artístico encontramos a directores o dueños de galerías de arte, curadores, artistas de la misma rama, profesores, directores de carrera, etc. Ellos pueden orientarte con respecto a criterios para presentar mejor tu trabajo, cómo promoverlo y/o promocionarlo y en qué nichos artísticos podría tener más éxito.


No pierdas de vista la importancia de demostrar habilidades sólidas en varias técnicas y medios: la versatilidad casi siempre será bien recibida. Pero también mantén presente que la habilidad técnica por sí misma no es suficiente: la originalidad, tener un estilo propio y algo que transmitir siempre serán tus principales “ases” bajo la manga.


¿Cómo presentar un portafolio artístico para su revisión?


Lo primero que tienes que hacer es presentar tu portafolio dispuesto a aceptar cualquier tipo de crítica constructiva que venga de vuelta. Evita ceder a la tentación de explicar o defender tu trabajo cuando la respuesta no era la que tú esperabas: las imágenes deben hablar por sí solas.


Si vas a presentarlo en físico, asegúrate de elegir un formato que sea fácil de transportar y rápido de mostrar. Algunas revisiones de portafolios incluyen a varios artistas y lo mejor es es poder hacerlo con la menor pérdida de tiempo posible. Si vas a enviarlo por correo, también piensa en facilitarle el trabajo lo más que puedas a la persona o personas que lo van a ver.


Todas las imágenes o las fotos deben ser de buen tamaño y excelente nitidez, incluir el nombre de la obra y técnica, y un breve texto explicativo sólo si es necesario.


Siempre que puedas imprime y encuaderna tu portafolio en un formato de gran calidad tipo libro o revista, pero también puedes apoyarte con formatos virtuales, y de hecho digitalizar últimamente se está convirtiendo en un requisito cada vez más frecuente, ya sea en una presentación en diapositivas, un video, un sitio web, etc.


A veces tendrás la oportunidad de enseñar y explicar tú mismo tu portafolio. En estos casos, no llegues sin antes preparar un discurso breve, conciso y que ayude a que las imágenes resaltan sin robarles protagonismo.


No olvides llegar siempre preparado para un “‘¿qué más tienes?”. Cuando tus revisores en galerías o proyectos artísticos comienzan a hacerte esta pregunta, significa que vas por buen camino. Quizá puedas llegar con un plan B o un segundo cuerpo de trabajo listo para mostrar.


En Luz Viajera podemos apoyarte con una muy asequible revisión profesional de tu portafolio de trabajo, por parte de artistas reconocidos en su ramo y con gran experiencia, para que no dejes de evolucionar junto con tu obra. Infórmate sobre nuestro programa de revisión de portafolios.



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